La paz solo se puede conseguir a través de la comprensión.
Albert Einstein
Mientras crecemos buscamos aspectos del mundo que nos rodea con los cuales identificarnos y mediante a ellos desarrollar nuestra personalidad y planes a futuro. La escuela es uno de los lugares más influyentes en nuestro desarrollo, desde la temprana edad de cuatro o cinco años los niños empiezan a pasar gran parte de su día en ella. Esto se mantiene hasta terminarla trece años después. Cuando pasamos tanto tiempo en un mismo lugar con personas que conforman una comunidad vale la pena preguntarse que tanto esfuerzo invertimos día a día para aportar a esta comunidad.
La importancia de construir un ambiente de convivencia sano en las instituciones educativas tiene sus bases en la influencia que tiene en nuestras decisiones y estado de ánimo. Definitivamente una persona a la que no le gusta ir todos los días a la escuela no tendrá la motivación necesaria para dar su mejor esfuerzo en las actividades escolares. Es cierto que la desmotivación escolar puede venir de muchas fuentes, sin embargo, es importante considerar que al momento de compartir un espacio con más personas (como lo es un aula de clases) esta área se convierte en parte de nuestro ambiente y si no está en condiciones adecuadas puede afectar nuestro desempeño.
Es necesario tomar en cuenta que te hace sentir cómodo en un espacio de trabajo, y luego también pensar en que podría incomodar a otros, puesto que comparten clase veinticuatro o más personas únicas con sus propias necesidades, costumbres y preferencias.
Una buena estrategia para mejorar tus hábitos de convivencia escolar es preguntarle a tus compañeros qué les gustaría cambiar de las áreas escolares para sentirse más cómodos o que no les gusta de la conducta de sus compañeros e intentar mejorar en base a esto. ¿Qué te gustaría a tí que cambie? ¿Crees que si fuera diferente haría tu experiencia educativa más amena?
¡Trabajemos juntos en mejorar nuestro ambiente escolar!
